Los juegos tradicionales de Extremadura son una parte importante de la cultura y la historia de esta región española. Estos juegos, transmitidos de generación en generación, representan una forma de entretenimiento que ha perdurado a lo largo de los años. Uno de los juegos más conocidos es "La Calva", el cual se juega en un terreno plano y consiste en lanzar una calva para intentar alcanzar un objetivo establecido previamente. Este juego requiere precisión y habilidad, y es una excelente forma de pasar el tiempo al aire libre. Otro juego tradicional es el "Zurriagazo", en el cual los participantes compiten por ver quién logra alcanzar una extremidad de un animal, generalmente un cerdo, con un látigo. Este juego tiene su origen en las tareas de pastoreo y demuestra la destreza de quienes lo practican. El "Lanzamiento de Barra" es otro juego característico de Extremadura. Consiste en lanzar una barra de hierro lo más lejos posible, y quien logre la mayor distancia se consagra como ganador. Es un juego que requiere fuerza y técnica, y se ha convertido en toda una tradición en esta región. El "Juego de la Rana" también es muy popular en Extremadura. Consiste en lanzar fichas desde una cierta distancia hacia un tablero en forma de rana. Cada ficha tiene una puntuación asignada y el objetivo es obtener la mayor cantidad de puntos posible. Este juego es ideal para divertirse en familia o con amigos. Estos son solo algunos ejemplos de los juegos tradicionales de Extremadura. Cada uno de ellos tiene sus propias reglas y características especiales que los hacen únicos. Además de ser una forma divertida de pasar el tiempo, estos juegos también son un legado cultural que debe ser preservado y transmitido a las generaciones futuras.